sábado, 22 de mayo de 2010

Madrid también se rinde



Vaya por delante que no dejés de ver el blog de Rosa Jiménez Cano (por algo va para figura): http://lacomunidad.elpais.com/toros/posts

Ni el de Carmen Esteban: http://depezonarabo.blogspot.com/

A las dos mil gracias y un beso.

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También muchos periodicos recogieron la crónica que escribió Juan Núñez para la agencia EFE y que es la siguiente:

'Escribir y torear', el legado de Navalón a través de su delfín Paco Cañamero

Juan Miguel Núñez

Madrid, 20 may (EFE).- Alfonso Navalón, el escritor y periodista que cambió el rumbo de la crítica taurina, tiene ya una biografía, escrita por su delfín, Paco Cañamero, presentada hoy en Madrid con el título de 'Escribir y torear', las dos grandes pasiones del recordado personaje.
Una vida, la de Navalón, cuyas claves conoce perfectamente su biógrafo, que creció junto a él profesionalmente hablando, ya que trabajaron juntos en los diarios salmantinos 'El Adelanto' y 'Tribuna', en el primero cuando Cañamero se iniciaba en la profesión, y en el otro ya en la última etapa del 'maestro'.
"Lo más fácil y lo más bonito del libro ha sido recordar tantas vivencias que me contó en directo. La parte más complicada ha estado en el trabajo de hemerotecas, pero también ha sido muy gratificante. Sus crónicas están siempre de actualidad", dijo Cañamero.
Navalón, que fue también 'Grande', y ello sin que parezca un juego de palabras por llevar ésta como segundo apellido, provocó la admiración de mucha gente, aunque fue igualmente muy criticado por su valentía y arrojo, claridad y contundencia en la forma de contar las cosas.
Un crítico taurino, el único en la historia que fue sacado a hombros por los aficionados de Las Ventas por la brillantez de sus crónicas. "Por eso aprovecho para reivindicar su recuerdo también en esta plaza. Aquí en la Monumental de Madrid debe haber un azulejo que recuerde el nombre de Alfonso Navalón, el mejor periodista de la historia del toreo".
Las palabras de Cañamero fueron refrendadas por más personas, con argumentos tan contundentes como los del también escritor charro Juan Carlos Martín Aparicio, al asegurar que "fue el mejor de todos los tiempos con mucha diferencia, porque escribía como los ángeles, conocía el toro y el campo como nadie, y ha sido de los pocos que también 'se ha puesto delante'".
"Mi compromiso moral con Alfonso, sus amigos y seguidores era que el legado del más importante crítico de la historia fuera conocido por las nuevas generaciones", recalcó Cañamero.
Por eso hay tanto esmero, cariño y devoción en el trabajo del joven periodista salmantino, cuyo compromiso ha sido "que la trayectoria de Alfonso quede plasmada lo más fielmente posible. De él se cuenta que ha sido un hombre polémico, pero pocos saben que fue también sobre todo muy humano, que tuvo un corazón muy grande".
En nueve capítulos que van desde su nacimiento accidental en Huelva hasta su último adiós en 2005, Cañamero desgrana las etapas de la vida de Navalón a través de testimonios personales, otros que conoció por terceras personas y los que buscó en revistas y periódicos donde firmó el biografiado.
"Cuentan mucho -dice Cañamero- sus etapas en los diarios nacionales 'Informaciones', 'Pueblo' y 'Diario 16'".
Intervinieron también en el acto el polifacético Higinio Luis Severino, que presumió de amistad con Alfonso "desde la infancia", recordando que "la primera vez que firmó un artículo se puso el nombre de 'Farinato', algo verdaderamente muy salmantino".
Victorino Martín, que contó con la generosidad y brillantez de la pluma de Navalón al cantarle los triunfos de sus toros cuando empezaba como ganadero, en las corridas que entonces le mataban Andrés Vázquez y el llorado Antonio Bienvenida, también hizo uso de la palabra para recalcar que "aunque tuvo dos etapas muy diferentes, en la segunda de las cuales 'se desmadró un poco', de él guardamos los mejores recuerdos".
Precisamente fue Andrés Vázquez quien más se explayó hablando del homenajeado, "de su afán por conocer el toro y sus secretos en los rincones más insospechados, por ejemplo cuando le dio por venirse a las capeas donde me hice torero a lo largo de doce años. Hay historietas de aquello que pone los pelos de punta. Qué miedo pasábamos, hambre incluso, y Navalón siempre con nosotros".
Y lo mismo en los escenarios de mayor trascendencia, sin ir más lejos la propia plaza de Las Ventas. "Él sabía que con el toro de Victorino, si era bueno, daba gusto estar delante. Y el que no, transmitía mucho miedo. Navalón lo contaba como nadie. Por eso, Madrid, que tanta influencia tiene de él, cuando dice que sí, es que sí".
Moderó el acto el poeta salmantino Víctor Soria, que aludió a una frase definitiva de Alfonso Navalón para definir lo que es el periodismo: "un veneno que llevamos dentro una legión de soñadores donde en sólo unas horas puedes pasar de la gloria al olvido". EFE

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